Entrevista al “RUSO” Juan Carlos Zubczuk
“La “U” cuando va a Chimbote entra a mi casa, comen en mi patio. Este año estuvieron ahí. Van siempre, es como su segunda casa y encima toda la propiedad está pintada de crema, así que imagínense”
¿Cómo se concreta tu llegada a la “U”?
Me forme en el Olimpia de la provincia de Misiones y de allí me fui a probar al Racing Club de Avellanada. Y bueno, estuve en la división de menores y a los 18 años subí a primera división. Me llegaron a escoger como el mejor jugador del campeonato de un equipo que teníamos en Racing y te cuento esto porque viene a colación con la pregunta que me haces. Entonces, lo que pasa es que llego tan rápido a primera división que se enteran que hay un arquero jovencito de 18 años que esta jugando en la primera de Racing. La “U” llega con su representante y busca un arquero con esas características: joven, que haya jugado en primera o que haya empezado a jugar, y que quiera irse al extranjero. Se fijaron en mí y en Genaro, el arquero de Boca que en una época tapó pero me pusieron como su primera opción. Como justo en ese momento había llegado el pato Figliol porque yo había tenido una lesión, quede unos meses fuera del campo, tuve triple factura al maxilar, me recupere y seguí siendo el mismo loco de siempre, jugando arriesgadamente. Me tratan de contratar y yo estaba en la banca de suplentes de Figliol. Ustedes sabrán que él es conocido como un gran arquero, fue el mejor en el Mundial 78, ha sido mi compañero de equipo y eso hizo que yo quiera emigrar porque con él adelante mío, iba a jugar él. Y yo ya tenía tantas ganas de seguir jugando que me di cuenta que a los 18 años yo ya podía ser arquero de cualquier equipo profesional. Tengo la oferta de Universitario de Deportes para enrolarme inmediatamente si es que llegábamos a un acuerdo económico, y bueno, por intermedio de un empresario uruguayo que en ese momento fue a contratarme, llegamos a un acuerdo porque yo ya estaba pensando inclusive desligarme de Racing porque Figliol se iba a quedar unos años más. Se dieron las condiciones, me subí al avión y me vine. Eso fue en el año 87. ¿Te trajo Jorge Nicolinni?
Nicolinni con el entrenador Juan Carlos Oblitas y Ramón Quiroga que era su asistente.
¿Fue difícil ganarse el titularato aquí en la “U”?
Si bien es cierto, la “U” ya tenia un arquero titular y ademas era titular de la selección peruana, Chávez Riva. Andaba muy bien y era un arquero muy completito, seguramente me iba a costar hasta cierto punto ganarme el titularato. Ellos querían tener una alternativa por eso llevaron un arquero joven, que venga a Perú, se acostumbre y vaya cogiendo el arco de a pocos. Yo vine y me adapte muy rápido, y creo que al tercer o cuarto partido, si es que no me equivoco, tuve una oportunidad, de allí siempre he jugado pero ya no quise regresar más porque la “U” es uno de los más grandes de América y del mundo. Así que imagínate, para mi era un privilegio salir a la cancha todos los partidos.
¿Cuántos títulos con la “U”?
Creo que como 4. Tengo mala memoria; sin embargo, tuve la oportunidad de jugar en ciertas etapas con grandes jugadores. Empecé jugando con Rey Muñoz, con Leguía inclusive. Luego con el equipo de oro, que fue un equipo de oro el que tuvimos nosotros. Por eso toda la gente de la “U” se acuerda porque ese equipo fue el equipo de oro, como lo llamo yo y como lo llaman muchos hinchas, y como fui parte de ese gran equipo, seguramente tú me estas entrevistando. Salimos campeones el 90, jugamos Copa Libertadores en el 87 y 88. Tuvimos Copa Libertadores todos los años prácticamente, Y con este equipo de oro tuvimos el bicampeonato y a este equipo lo recuerdan todos los hinchas como el mejor equipo que ha tenido la “U” en los últimos 30 años.
Recuerdo mucho una Copa Libertadores en Chile, cuando te terminas lesionando en una jugada.
Ahí termine de lesionarme porque ya venia jugando lesionado varios partidos. No tuve la suerte de que me traten como se le trata hoy en día a un deportista. Te paran, te curan, te recuperan y vuelves. En esa época no se daba eso porque los médicos no estaban acostumbrados a pararte y recuperarte y hacerte una rehabilitación, nosotros teníamos al Dr. Alva pero esa no era su especialidad por eso nunca me trató. Nadie me paró y como yo era un tipo temperamental, quería jugar. Entonces me empezó a doler el hombro unos partidos antes y termine por lesionarme en Chile, saliéndose mi hombro. Yo venia con un promedio de 1 gol en contra cada 4 partidos. En esa temporada de un año y 3 meses, creo que tenía un promedio de 14 o 15 goles en año y 3 meses. Si en esa época, se hubiesen hecho los chequeos que hacen ahorita seria otra la historia, Raúl Fernández ahora esta tercero en el mundo y con el promedio que tiene es el arquero menos goleado, entonces si se hubiesen hecho esos chequeos, no solo Zubzuck sino también otros arqueros, seguramente también tendríamos que estar en ese ranking pero antes no se hacían esos chequeos. Sin embargo, hoy ha cambiado todo y le viene bien a Raúl.
¿Cuánto tiempo estuviste parado después de lo de Chile?
Regresé muy rápido como a los 4 meses. Seguí jugando y me volví a lesionar. Ahí si, me fui a tratar con el mejor medico del mundo en Houston. Lo hice con mi dinero personal, fui allá y me dejaron el hombro ok. Jugué los mejores años del fútbol después de esa operación. Campeones, bicampeones y bueno, después yo me retiro de la “U” por otros problemas.
¿Hay mucha diferencia entre la Copa que jugaste en el 91 y la que jugaste en el 94 donde nos eliminaron los Colombianos?
La Copa del 91 cuando me lesiono, da la casualidad que Colo-Colo sale campeón de esa Copa Libertadores. Tenían un gran equipo. Nosotros habíamos empatado 0 a 0 acá, con Yáñez y compañía, allá empatamos también hasta que me lesioné porque yo venia en un buen momento y salieron campeones. Entonces, tú me hablas en qué aspecto si había una gran diferencia. En lo futbolístico. Lo que pasa es que el fútbol ha evolucionado; sin embargo, no nos olvidemos que entre el 90 y el 94 no hay tanta diferencia. Habían grandes jugadores en el 91 que jugaban. En el 94 también. Nosotros teníamos un equipo de ensueño, en donde los chicos dejaban la pelotita pequeñita. La diferencia futbolística en esos 4 años no era mucha.
Y la relación que había entre el equipo, la gente e hinchada ¿Cómo lo puedes describir?
Bueno, creo que fue una fusión de emociones donde explosiono un equipo brillante lleno de estrellas. No porque se creían estrellas sino porque eran muchachos que hasta mundialistas fueron. Entonces, era un equipo con figuras rutilantes en cada puesto. Nosotros salíamos a la cancha y no bajábamos de 4 goles, metíamos de a 4 a cualquier equipo. A Cienciano le metíamos 6. Siempre teníamos un promedio de 3 a 4 goles por encima. Ese equipo galáctico del que se habla ahora, lo teníamos nosotros. Fue una época en la que todos nosotros teníamos un brillo propio. Carranza en su mejor momento. Roberto Martínez, Nunes, Baroni era un goleador que trancaba la pelota con la cabeza en el piso, Tomas Silva era otro delantero que también hacía la diferencia. Puchungo Yáñez en su momento también. La pelota la dejaban chiquitita a los muchachos. Cuando estábamos en los camerines, yo siempre los arengaba para que juguemos en cancha rival. Yo les decía que del arco me encargaba yo, de los mano a mano.
Me tenía tanta fe que les decía “vamos para adelante”, nosotros siempre teníamos que atacar y que se olvidaran del arco porque yo me encargaba de eso y sabia que me podían caer 3 o 4 pelotas pero los mano a mano yo las sacaba. El equipo fue muy brillante y muy parejo. Hay hinchas que me ven en la calle, me abrazan y hasta algunos lloran de emoción. Cuando van al restaurante yo los atiendo personalmente. Y no es que me crea nada, es solo que fue una época distinta, sin menospreciar lo que están haciendo los muchachos ahora o lo que hicieron antes o después de que yo haya estado, te estoy contestando lo que se vivió en ese momento. Yo no me acuerdo de haber jugado un partido con poca gente, nuestros partidos se jugaban todos a Estadio lleno o con muchisima gente, pero daba la casualidad de que no tenían nunca plata para pagarnos. Entonces eso me hartó.
Llegó un momento en que éramos tan buenos jugando al futbol y tan malos para cobrar que tuve que pelearme personalmente con los dirigentes, sacar cara por mis deudas, en especial, pero dejando un mensaje de que le pagaran a los demás. No cobrábamos nunca. Cobrábamos los sueldos pero la plata fuerte son las primas y eso hizo que ese equipo brillante se desarmara porque justamente vino un entrenador como Markarian que por el afán de figurar en un equipo de estrellas, él nunca jugó ni siquiera al fútbol, pero si hay que reconocer que es un entrenador que la sabe hacer, trabaja bien en ciertas cosas. Digamos que en la cancha pero en el vestuario no sabía nada. Yo tuve problemas con él y hasta incluso le fui a pegar. Es una persona muy complicada y manipuladora, cuando llegó a la “U”, debo decir, que salíamos a jugar los partidos pero no le hacíamos caso en muchas cosas. Nosotros salíamos a jugar, sabíamos cómo hacerlo y seguíamos para adelante. Sin embargo, él se dio cuenta que en un equipo de tantos jugadores que brillaban tanto, él no era nada. Entonces, tuvo una charla con nosotros, donde nos dijo que empezaría a desmantelar al equipo porque habían demasiado nombres y demasiados buenos jugadores.
Ahí vino la debacle de él y la mala relación con los jugadores que dirigió. Pregúntale a los Baroni, a Tomás Silva. Los jugadores de ahora se callan la boca pero yo nunca me callé, yo le dije que era un sinvergüenza y un atorrante porque quería desarmar el equipo y puso de cabecillas a tal y tal para sacarnos. Y algún dirigente mediocre, como el que ustedes ya conocen, aceptó la idea y dejaron de pagarnos la prima a todos. Ese equipo se tenía que mantener 10 años más porque llegamos a fusionar a todos los jugadores, unos con otros, se lograron grandes cosas y estábamos en el mejor momento de la Copa Libertadores. Teníamos un equipazo, venía el Medellín y le ganábamos y teníamos con qué pasarles por encima allá. Yo entre al vestuario y me pelee con Markarian, y con los dirigentes, los mandé a donde ya sabes, reclamé el sueldo de todos, y me agarré a las trompadas con todos ellos. Con Markarian y dirigentes. Ahí terminó mi relación con ellos. Markarian no supo manejar la situación y aprovechó el momento para desmantelar al equipo. Entonces, se fue a jugar a Colombia con el tercer arquero, independientemente de que sea Miranda porque Miguelon es mi pata, pero en ese momento el arquero suplente era Yupanqui pero ahí había intereses creados.
Pasó lo del vestuario y esa discusión no se quedó allí. Ahí fue donde Markarian no supo manejar la hombría de un vestuario y se enemistó con todos los futbolistas que estábamos allí. Todo el mundo le decía que estaba loco y cómo iba a dejar al arquero titular en Lima porque tuvo una discusión reclamando el pago. Y los empujones y todo eso, son cosas que pasan todos los días. El tipo dijo que no y aprovechó el momento y empezó a desmantelar a todo el equipo uno por uno. Entonces le dije que él era el único que cobraba, eso no se lo perdonó nadie. El se fue, no regresó por algunos años. Dirigió Cristal y lo echaron los mismos jugadores. Yo tengo un carácter explosivo pero nunca fui expulsado de un partido. Nunca aflojo. Si yo quiero llegar a algún lugar, llego. Yo tenía que jugar 10 años más en la “U” pero me tuve que ir y quedarme sin trabajo 7 meses. Me fui sin un sol de la “U” y salí adelante. Con la pena en el alma tuve que dejar el fútbol porque estaba tan mal que no nos pagaban y uno tenia que cobrar porque tenemos familia. No había protección al futbolista ni un gremio.
Se puede decir que luego de que dejaste la “U”, tuviste 2 regresos. El primero es en la despedida del “Puma” donde te vuelves a reencontrar con varios amigos y luego cuando vuelves como asistente de Nunes.
Con Nunes hicimos un gran trabajo. Si bien es cierto cuando agarramos el equipo, estaba casi último y varios nos decían que no lo agarráramos ahora y nosotros dijimos que íbamos a avanzar y a sacar a la “U” campeón. De hecho, teníamos el título en ese año en Trujillo y que lo perdimos en el último minuto del partido. Trabajamos muy bien. Salir campeones no fue un accidente. No nos cobraron 2 penales contra Cienciano. Y no salimos campeones. Luchamos desde abajo. Levantamos el equipo desde abajo y ahora como entrenadores. Y también lo que hicimos fue limpiar el Club hasta cierto punto. Ciertas personas nos hicieron desaparecer del Club. Y ¿para qué? Para que se vaya limpiando el panorama a pesar de que en la época de transición, como siempre sucede, los que están en la época de transición terminan mal porque han sido parte de esta etapa. Y luego vienen los periodistas que defienden a tales personas y quienes tuvieron que cortar el bacalao, como se dice, fue Nunes y yo. Entonces, lo que hicimos fue que la “U” tenga un mejor panorama y no como otras personas que quieren al Club para una dirección distinta. Como quien dice, limpiamos el camino, sacamos toda la basura de algún dirigente que no tenía dignidad para estar ahí y como nosotros sí somos referentes de la Institución, no arrugamos nunca.
Y por eso llegó un momento en que las cosas nos fue muy bien y luego dejé a Jorge solo porque se me enfermó mi hermano y tenía que viajar a Argentina constantemente y bueno, al final terminó falleciendo. Así que dejé solo a Jorge en la etapa con los mismos dirigentes. Al dejarlo solo, él es tan temperamental como yo que no tuvo quien lo frene; sin embargo, se quedó solo ahí y tuvo una discusión con los dirigentes, no se supo manejar la situación y Jorge tuvo que irse pero si yo me hubiese quedado, seguramente nos hubiésemos quedado varios años trabajando porque somos personas preparadas y a nosotros nos respetaban. Más allá de que muchos maleteaban a Jorge. El fue un tipo que dejó todo por la “U”.
¿Piensas volver a la “U”?
Yo nunca me fui de la “U”. Me refiero a que con un cargo. Claro, yo soy director técnico titulado. Si bien es cierto, en este momento estoy un poco alejado del fútbol, el Gálvez siempre desea que yo trabaje con ellos pero yo no quiero porque estoy acostumbrado a trabajar en equipos grandes. No siento esa pasión por un equipo chico. Yo fui criado en Racing desde chiquito. Estuve en Sullana y me fui porque no me sentía bien. Por casualidades de la vida, en esos tres meses que estoy fuera de la liguilla mi representante me dio un cargo en una empresa importante, donde ganaba 50 veces más de lo que ganaban en el futbol. Entonces miraba de reojo el futbol. Quizás en unos años regrese a la “U” de vuelta porque a Alianza o Cristal no iría nunca, de hecho tuve ofertas en algún momento pero la pasión se lleva adentro. Cuando regrese, voy a triunfar de vuelta. Así somos los de la “U”. Nunca pienso en fracasar. A mí nunca se me pasó por la cabeza salir a un partido a perder.
Se siente el peso de la camiseta ¿no?
Yo no lo sentía porque estaba acostumbrado desde chiquito en jugar en un equipo grande con un mar de gente también. No me pesaba la camiseta; por el contrario, yo era un abanderado. De hecho, festejaba los títulos tranquilo, saludaba a todo el mundo y me iba. No era mucho de festejar por eso ustedes conocieron a un ruso muy serio, y así somos todos los rusos, parcos pero con la felicidad por dentro. Mi felicidad era enorme por los títulos pero mi desfogue se iba por otro lado.
¿Crees que en algún momento volvamos a tener otro Equipo de oro?
No creo. Lo dice la historia. Es así como cuando eres chiquito y te bautiza tu papá y te dice que eres de la “U” y eso quedó grabado en el corazón del hincha y lo que está grabado aquí no puede quitarse. Pueden tratar de imitarte pero eso ya quedo ahí, es por eso que tanto nos quieren. Fue la mejor época de la “U” sin menospreciar a los otros. Luego salimos tricampeones. Oscar Ibáñez también tuvo unos años buenos. Pero ni con el tricampeonato se podrá igualar a la época que nos tocó vivir. Nunca se podrá superar esta etapa porque una cosa es salir bicampeones o tricampeones pero hay que ver bajo qué condiciones o con qué jugadores. Por eso ustedes aún nos siguen entrevistando. Los hinchas de la “U” nos quieren mucho. Ese equipo se fundió también con la hinchada. Y mira que yo quiero a Racing pero más quiero a la “U” y llevo más años en Perú que en Argentina. De hecho cuando llego a Argentina entro con el pasaporte peruano, solo para joderlos. Me siento orgulloso del Perú. Es un paraíso. El peruano es noble. Son superiores a todos los demás sudamericanos, por eso me quede acá.
¿Qué crees que nos falta para ganar la Copa Libertadores?
Primero pagar las deudas. A Racing le paso una situación similar. Con Racing lo que sucedió fue que el gobierno saneo las deudas y lo nombró Patrimonio Nacional. A eso tienen que apuntar ustedes los hinchas porque la “U” es pueblo y si se unen, pueden lograr que la “U” sea nombrada Patrimonio Nacional. De pronto, vendiendo Campo Mar. Tienen que haber soluciones. Si no se tiene piso no se puede armar un equipo para ganar o pelear la Copa Libertadores. Sin un piso es como sentarte a hablar y decir que quiero que trabajen para mí pero no tengo para pagarles en todo el año. Las bases son importantes y la “U” tiene que tenerlas. Quizás debería venir un empresario multimillonario que aporte a la Institución todo lo que le falta económicamente y solucionar los problemas. Así la “U” recupera su identidad, si se tiene que hacer otro estadio se hace porque el que tenemos no es nuestro. Hasta en eso estamos mal. Yo me harté de todo eso, me quitaron las ganas de jugar. No se puede construir castillos en el aire. Y al empresario tienes que darle algo. Pone la plata para conseguir el equipo, y si se tiene que quedar con Campo Mar y con el Lolo, que se quede con ellos. Se tienen que solucionar los problemas y si la única salida es vendiendo el Lolo o Campo Mar, se tiene que hacer. Solo después podemos pensar en armar un equipo que pelee y gane la Copa Libertadores con la que todos soñamos.
¿Haz pensado hacerte socio?
Todos los días. Si la mayoría de los que hemos jugado por la “U” no lo somos es porque hay falta de interés por parte de los dirigentes de venir a buscarnos y darnos los papeles. Tenemos que apuntar a tener 100, 000 socios. Barcelona es lo que es porque tiene más de 100,000 socios. Lo mismo sucede con el Real Madrid. ¿Acaso la “U” no tiene 100, 000 hinchas? Tenemos muchísimos más. ¿Quién no es hincha de la “ U”? Si se difundiera más esto o se dieran mayores facilidades, los hinchas se comprometerían. La “U” es demasiado grande. Yo recuerdo que en cada rincón donde jugábamos por más lejano que sea, siempre teníamos hinchas alentándonos. Siempre.
A mi me da una pena inmensa porque quizás ustedes de acá a unos 20 años podrán vivir lo que realmente debería de estar viviendo Universitario de Deportes con sus hinchas. Con equipos extraordinarios, en grandes torneos. La “U” es demasiado grande como para estar en las condiciones en las que está y con las deudas que tiene. Me da una pena enorme. Ustedes no tienen idea de cómo se sufre. Se tiene que armar un equipo para la felicidad de todo el año, no para la mitad. Y eso implica invertir y traer a los mejores jugadores para que marquen la diferencia, como lo hicieron cuando estaba yo. Dejándome de lado, piensen en Nunes que fue mundialista, Letelier era otro delantero increíble. Balan fue extraordinario también. Tomas Silva era una fiera. Hasta el mismo Juan Reynoso. La “U” necesita asegurar las bases, y en eso pueden ayudar ustedes los hinchas. Si tanto queremos que la “U” vuelva a ser lo que era antes, formemos las bases. Eso es lo real. Y como ustedes apoyan al equipo, merecen ganar la Copa.
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